Las hermandades, como colectivos humanos que son, están inmersas en las sociedades de las que forman parte. Hoy, la nueva Sociedad del Conocimiento y la Información, basada en las nuevas tecnologías, impone nuevas formas de relación, sin renunciar a las tradicionales.
La tecnología debe convertirse en una aliada al servicio de los intereses de estos colectivos. No se debe renunciar a los beneficios que puede aportar la adecuada gestión de los medios tecnológicos.
Las nuevas generaciones asumen como elemento indisoluble de sus vidas unas herramientas de comunicación en continuo proceso de transformación. Los colectivos, véase el caso de las hermandades, que no se adapten a las nuevas exigencias sociales corren el riesgo de estancarse, de ser incapaces de acercarse, de compartir intereses, de motivar, a estas generaciones. Una razón de suficiente peso para desarrollar nuevas estrategias basadas en el uso de estas tecnologías.
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